domingo, marzo 2

Indecisa

Desconozco quien realmente soy, no sé que es lo que había entre nosotros.
Pero algo tan frágil y especial, hay que saber valorarlo y cuidarlo. Si no se debilita, se desluce,
se marchita. No lo conservaste, sencilla no era la cuestión.
No tenías una nave espacial, pero ya sabés lo que es estar en otro planeta. Y volver a donde vivimos después de sentir lo que sentimos, no es simple. Te llena de interrogantes, de preguntas, de cuestiones que son de la cabeza y nada tienen que ver con el corazón. Te sacude. Y te mareaste.
Estábamos los dos. Estábamos es una forma de decir. Tu cuerpo estaba en la tierra, tu mente y tus sentidos... en el cielo. Tu cara, tus gestos, tus expresiones me lo contaron. Yo guarde el secreto.
Me gustaba volar. Me gustaba volar de la mano. Lo sabías. Después, ideas confusas ensuciaron el aire y me dí cuenta que empecé a flotar solo. Indecisa. No quiero mirarte desde arriba.
Me gustaba volar de la mano, porque no tenía miedo. De que debería temer, con esa mano dulce y suave, que a la vez me daba seguridad y confianza.
¿Indecisa?.
Prefiero caminar solo.








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2 comentarios:

RuMBi dijo...

Me ha gustado un montón este último texto. En serio, todos me gustan, pero este... tal vez me sienta algo identificada con él. Me ha transmitido algo a lo que ahora mismo no sé ponerle nombre.

En cuanto a tu comentario en mi blog... yo llegué aquí por casualidad, buscando algo interesante para leer, algo que me impactara y me encontré con esto. A veces pasan estas cosas y es genial ¿verdad? Me gusta que te gusten mis textos. Tal vez otras personas no sepan ver lo que vemos.

Un beso Martin. A ver si hablamos pronto.

Patri :)

RuMBi dijo...

Hola! jaja

Por un lado, ¿podría saber a qué conclusión llegasteis? Tal vez pueda aprender algo.
Y por otro, veo tantas cosas en el mundo Martin que sería difícil explicarlo de una manera clara y sencilla. Por eso me desahogo en mis textos, porque quieren pintarnos el mundo de color de rosa cuando en realidad no es así, tiene más colores. No todo puede ser maravilloso y perfecto (de ahí el contraste de mis textos).

Escribo para los que saben leer entre líneas y no ven a una desequilibrada que a veces quiere una cosa y a veces otra. Escribo para el que sepa entender que esas líneas van dedicadas al mundo y poco tienen que ver conmigo.

¿Y tú qué ves?

Un beso Martin!

Patri :)