miércoles, febrero 20

Sólo con el corazón podemos ver con claridad

"Sólo con el corazón podemos ver con claridad, lo esencial es invisible a los ojos"

El principito,
Saint-Exupéry.

Esa es quizá la cita más frecuente que se hace comúnmente del libro, y no esta nada mal que así sea, porque sencillamente es una de las frases más lindas que he leído en mi corta vida. Pero en esta ocasión y tratándose de uno de mis libros preferidos (ayer hablaba de esto con una amiga, armando nuestras listas de 5, aunque a veces se extiendan jaja) voy citar en mi espacio, las frases o fragmentos del libro que más
me gustaron, las que más me movieron el piso,
y las que se encargaron de hacerme dar cuenta de que este libro era un cuento muy especial.
De verdad muy especial.

Muchos creen que se trata de un libro solo para chicos, infantil digamos, pero este libro habla de temas demasiado importantes para todos como son la amistad, el amor, el
sentido que le queremos dar a nuestra vida, y además nos deja en cada párrafo distintas enseñanzas.
En cada etapa que lo leas vas a sentir cosas distintas, cuando lo leas de niño, sentirás una cosa (probablemente te va a entretener), cuando lo leas ya más de ado
lescente seguramente te hará pensar, y hasta llorar en algunos casos (como mi caso), y cuando lo leas de adulto, todavía no lo sé pero debo de suponer que sentiré cosas distintas y hasta quizá más fuertes.

Bueno, la historia la mayoría la conoce así que la voy a resumir demasiado. Se trata de un niño príncipe que vive en un pequeño planeta (el asteroide B612) y se pasa sus días cuidándolo. Un día decide abandonar su planeta dejando allí a su flor (que siempre le insistió que era única en su especie, siendo un poco arrogante) para conocer el resto del universo y para "aprender" porque según el, no sabía nada de nada. En su viaje por el espacio va visitando diversos planetas, donde cada una esta habitado por un adulto, y nos va a querer demostrar lo "estúpidos" que se vuelven las personas al hacerse mas grades.
En esos planeta
s el se encuentra con distintos personajes ( el rey, el vanidoso, el borracho, el hombre de negocios, el farolero y el geógrafo) Este último le recomienda al principito que visite La Tierra.
Ya en nuestro planeta, descubre un gigantesco rosal y
se deprime porque pensaba que su rosa era realmente única en su especie en todo el universo. Más tarde conocerá al zorro el cual le explica el sentido de la amistad y del amor (domesticar) y por que su rosa es única en todo este universo, y es por que es la que él ama, por eso es tan especial. Al despedirse el zorro le obsequia un secreto, que es la frase citada arriba de todo.
La historia la relata saint- exupéry (narrador)desde una supuesta vivencia (en el desierto) en la que conoció al principito, con el cual formo un fuerte vínculo que según comenta él, le cambio la vida.
En el mismo desierto nuestro príncipe conoce a la serpiente que dice tener el poder de devolverlo a su planeta, el principito se despide del narrador muy emotivamente y se deja morder por la serpiente y al otro día cuando el escritor va a buscar su cuerpo, ya no lo encuentra.


Ahora sí, los fragmentos que más me gustan a mi del cuento:



"Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer."

( Se refiere el narrador al principito, porque este no le daba importancia a sus preguntas y solo quería que le dibuje un cordero)

"El principito, que me hacía muchas preguntas, jamás parecía oír las mías. Fueron palabras pronunciadas al azar, las que poco a poco me revelaron todo."

(Acerca del misterio que le despertaba al escritor el principito)


"A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: "¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?" Pero en cambio preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Solamente con estos detalles creen conocerle."

(Opinando de los "mayores")



"El principito se sentó en una piedra y elevó los ojos al cielo. -Yo me pregunto -dijo- si las estrellas están encendidas para que cada cual pueda un día encontrar la suya. Mira mi planeta; está precisamente encima de nosotros... Pero... ¡qué lejos está!

-Es muy bella -dijo la serpiente-. ¿Y qué vienes tú a hacer aquí?

-Tengo problemas con una flor -dijo el principito.

-¡Ah!

Y se callaron."



"-¿Dónde están los hombres? -prosiguió por fin el principito. Se está un poco solo en el desierto... -También se está solo donde los hombres -afirmó la serpiente."





"-¡Buenos días! -dijo.

Era un jardín cuajado de rosas.

-¡Buenos días! -dijera
n las rosas.

El principito las miró. ¡Todas se parecían tanto a su flor!


-¿Quiénes sois? -les
preguntó estupefacto.

-Somos las rosas -respondieron éstas.

-¡Ah! -exclamó el principito.

Y se sintió muy desgr
aciado. Su flor le había dicho que era la única de su especie en todo el universo. ¡Y ahora tenía ante sus ojos más de cinco mil, todas semejantes, en un solo jardín!




Y luego continuó diciéndose: "Me creía rico con una flor única y
resulta que no tengo más que una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que apenas me llegan a la rodilla y uno de los cuales quizá esté extinguido para siempre. Realmente no soy un gran príncipe... " Y tendido sobre la hierba, el principito lloró."





"Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el principito.

-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear vínculos... "

-¿Crear vínculos?

-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti
más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...

-Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado..."


"Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música."


"El principito volvió al día siguiente.

-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré así lo que vale la felicidad!. Pero si tú vienes a cualquier hora, n
unca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios."





"De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida:

-¡Ah! -dijo el zorro-, lloraré.

-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has que
rido que te domestique...

-Ciertamente -dijo el zorro.

- Y vas a llorar!, -dijo él principito.

-¡Seguro!

-No ganas nada.


-Gano -dijo el zorro- he ganado a causa del color del trigo.

Y luego añadió:

-Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto. "





"-¡Buenos días! -dijo el principito.

-¡Buenos días! -respondió el comerciante.

Era un comerciante de píldoras perfeccionadas que quitan la sed. Se toma una por semana y ya no se sienten ganas de beber.

-¿Por qué vendes eso? -preguntó el principito.


-Porque con esto se economiza mucho tiempo. Según el cálculo hecho por los expertos, se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.


-¿Y qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?

-Lo que cada uno quiere...

Si yo dispusiera de cincuenta y tres minutos -pensó el principito- caminaría muy suavemente hacia una fuente..."



"El principito se fue a ver las rosas a las que dijo: -No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo. Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles: -Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin. Y volvió con el zorro. -Adiós -le dijo. -Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos. -Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse. -Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella. -Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo. -Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa... -Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo. "





"-Los hombres de tu tierra -dijo el principito- cultivan cinco mil rosas en un jardín y no encuentran lo que buscan. -No lo encuentran nunca -le respondí. -Y sin embargo, lo que buscan podrían encontrarlo en una sola rosa o en un poco de agua... -Sin duda, respondí. Y el principito añadió: -Pero los ojos son ciegos. Hay que buscar con el corazón. "





"- Tienes proyectos que ignoro...

Pero no me respondió y me dijo:

-¿Sabes? -me dijo-. Mañana hace un año de mi caída en la Tierra...

Y después de un silencio, añadió:

-Caí muy cerca de aquí...

El principito se sonrojó y nuevamente, sin comprender por qué, experimenté una extraña tristeza.

Sin embargo, se me ocurrió preguntar:

-Entonces no te encontré por azar hace ocho días, cuando paseabas por estos lugares, a mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. ¿Es que volvías al punto de tu caída?

El principito enrojeció nuevamente.

Y añadí vacilante.

-¿Tal vez por el aniversario?

El principito se ruborizó una vez más. Aunque nunca respondía a las preguntas, su rubor significaba una respuesta afirmativa.

-¡Ah! -le dije- tengo miedo.

Pero él me respondió:

-Debes trabajar ahora. Debes volver junto a tu máquina. Te espero aquí. Vuelve mañana por la tarde.

Pero yo no estaba tranquilo y me acordaba del zorro. Si uno se deja domesticar, corre el riesgo de llorar un poco... "



Aunque sea difícil de creer, deja afuera varias partes jaja y bueno aclaré que era de mis preferidos, espero que lo disfruten.
Acá el cuento completo:



  • http://www.franciscorobles.com.ar/libros/principito/pag00.htm
















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